Una tal Piedad Bonnett
Una tal Piedad Bonnett Últimamente he tenido serias discusiones con dos amigas acerca de si las coincidencias existen o no. Ellas sostienen que no, que todo pasa por algo y para algo, que hay una razón para que se den justo en este momento y no en otro. Yo en cambio veo las cosas de otra forma: creo que hay cosas que decidimos, hasta por vías que nos es difícil distinguir, y otras que se presentan de forma completamente azarosa. En otras palabras, que hay sucesos que se dan sin ningún fin, sin buscar a priori ningún efecto, simplemente suceden, y normalmente lo hacen con la fuerza de un ¡boom! Quienes tenemos afinidad por la literatura, quienes hemos sabido conservar con egoísmo el deseo de ser escritores a pesar de las malas rachas que nos auguran, somos recicladores de nombres, de títulos, de frases. Los arrancamos de los discursos de nuestros profesores, de nuestros familiares, de lo libros mismos. No sé decir con exactitud cuándo fue la primera vez que leí o escuché e